Porque los cangrejos son rojos
El cangrejo rojo (Procambarus clarkii) es una especie exótica invasora de caparazón rojo. Este es el color más común, aunque también se pueden encontrar individuos con caparazón azul-gris, pero. ¿A qué se debe esta diferencia?
El color rojo que da nombre a este cangrejo se debe a un carotenoide que se encuentra en su caparazón. Este pigmento o molécula se llama astaxantina ("asta": cangrejo) y es un pigmento orgánico.
La astaxantina puede encontrarse en su forma libre (carotenoide) o unida a una proteína (carotenoproteína). En su estado libre es rojo, pero cuando se une a las proteínas, el color que refleja y que por tanto vemos es el azul.
La astaxantina se une a las proteínas para evitar su degradación, ya que la molécula sólo se encuentra cómoda en determinados rangos de luz, oxígeno, temperatura y acidez. Si alguno de estos parámetros cambia, la astaxantina deja de ser estable y debe formar una carotenoproteína azul para no desaparecer.
En la Casa del Río estos parámetros, aunque similares, no son exactamente los mismos que en las aguas del Pisuerga, Duero, Esgueva.... Por lo tanto, en el acuario el caparazón deja de ser rojo y adquiere un bonito tono azulado.
De los factores mencionados, la degradación está influenciada principalmente por la luz y el oxígeno. La luz en los acuarios de Casa del Río no es natural y el oxígeno en los acuarios tiene la mayor concentración, por lo que no es gratuito suponer que estos son los factores que provocan el cambio de color de nuestros cangrejos con sus primeras mudas.
Por muy llamativa y atractiva que parezca su pigmentación azul, esta especie es territorial, agresiva y puede habitar en una amplia gama de aguas, evitando siempre las corrientes fuertes. Se adentra en los lechos de los ríos, destruye las orillas y la vegetación, y se alimenta de los huevos de otras especies e incluso de los huevos de otros cangrejos rojos. Transmiten dos enfermedades: La afanomicosis al cangrejo de río autóctono, una enfermedad causada por hongos, y la tularemia, que puede afectar al ser humano.
Esta especie, como muchas otras, ha sido introducida comercialmente y se ha extendido de forma natural.
Debido a este problema, los individuos capturados en el río no pueden ser devueltos al agua y deben ser sacrificados inmediatamente.
