Porque se despegan los ladrillos

porque se despegan los ladrillos refractarios

Porque se despegan los ladrillos

En este artículo, veremos si es obligatorio mojar siempre las baldosas antes de colocarlas en la obra. En general, hay bastantes respuestas que recomiendan el remojo previo, pero ¿hay que sumergirlas y mantenerlas bajo el agua hasta la colocación de las baldosas, o hay que secarlas un poco antes, o simplemente remojarlas? ¿Para todos los tipos de azulejos?
Dado que los materiales cerámicos suelen ser bastante higroscópicos, tienen dos propiedades características que podemos comprobar en el laboratorio: la absorción y el

La absorción se calcula a partir de la diferencia de peso entre los ladrillos saturados y los secos y se expresa en porcentaje. La succión, en cambio, es la cantidad de agua que un elemento puede absorber en su gran superficie en contacto con el agua que penetra por capilaridad y se expresa en gr/cm2-min. Ambas propiedades dependen de la porosidad.

Si se producen estas pruebas, es porque no todos los ladrillos se comportan igual en contacto con el agua. Si añadimos los ladrillos que se someten a determinados tratamientos después de la cocción, como la impregnación, el pretratamiento con aditivos, los ladrillos especiales, como los ladrillos refractarios, los ladrillos de arcilla, los ladrillos prensados o los ladrillos fabricados con materiales no cerámicos, el abanico es lo suficientemente amplio como para comprobar si deben mojarse y cómo.
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En primer lugar, mojar los ladrillos no les aporta ningún beneficio. Quizás uno: Si se mojan profusamente, podemos hacer que el percal "salte" sobre los ladrillos cerámicos, lo que es mejor antes de colocarlos (Para saber todo sobre el percal, pincha aquí) Mojamos bien los ladrillos para evitar el mortero, Y si el ladrillo tiene bastante succión, sacará agua del mortero y no se adherirá bien, por lo que no conseguirá la consistencia y adherencia que necesita.

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Así que debemos tener en cuenta varios factores que afectan a si debemos mojar el ladrillo y en qué medida:
Succión del ladrillo
Cuanto mayor sea la succión, mayor será el grado de humectación necesario. Debemos informarnos con el fabricante, probar el ladrillo y, si no, realizar una prueba in situ rociando el ladrillo con una botella de spray y observando si la humedad superficial desaparece rápida o lentamente.
Relación entre el agua y el cemento en el mortero
Cuanto más seco sea el mortero, más cuidado hay que tener para que el ladrillo no coja humedad. Si el mortero tiene más humedad y el ladrillo está saturado, puede aportar agua y hacer que el mortero no fragüe correctamente. Es necesario encontrar el equilibrio perfecto.
Espesor del mortero
Cuanto más fino sea el mortero, más probable será que no se adhiera correctamente. La nueva arquitectura suele optar por juntas muy finas entre elementos (heridas) que tienen dificultades para adherirse.
Condiciones climáticas
Sin duda, un importante factor de influencia. En climas muy húmedos o en días muy lluviosos, la capacidad de fraguado del mortero es limitada o inexistente. Cuando las temperaturas son altas, soleadas o con viento, no sólo es necesario un buen mojado, sino que debemos regar la mampostería cuando el mortero haya alcanzado la suficiente consistencia para evitar la evaporación (curado).
Así pues, podemos ver que la humectación, saturación o los distintos grados intermedios de humedad residual requeridos en los ladrillos antes de su uso dependen de todas estas condiciones, y para ello hay profesionales en la obra que deben tomar las decisiones adecuadas en base a sus conocimientos y, en caso de duda, realizar ensayos previos para determinar si la técnica establecida es efectiva.

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