Porque los turcos usan un rosario en la mano
El tasbih o masbaha (tespih o tesbih en turco) se asemeja a un rosario, a menudo llamado rosario musulmán, y se utiliza para rezar dikr o invocar repetidamente los nombres de Alá.
La masbaha consiste en una cuerda de treinta y tres o noventa y nueve cuentas o granos dispuestos como un collar, que termina en una borla o adorno, o con tres o cuatro cuentas más alargadas. Las cuentas de la masbah pueden estar hechas de diversos materiales, más o menos preciosos, aunque las más comunes y utilizadas para el uso diario suelen ser de plástico, madera u otro material menos precioso.
El número de cuentas se asocia con los noventa y nueve nombres o atributos de Alá.
Originalmente, la masbaha debía tener noventa y nueve granos, aunque se redujo a treinta y tres por facilidad, con la obligación de repetir la cuenta tres veces para obtener el número exacto de noventa y nueve.
Sin embargo, hay varios tipos de dikr, como repetir un nombre de Dios pronunciado treinta y tres veces. Esto es especialmente útil para aquellos musulmanes desatentos que no se saben todos los nombres de Dios de memoria.
Se dice que si pasas los granos por fuera, estás rezando o pidiendo por alguien, pero si los pasas por dentro, significa que estás invocando a Dios para tu propio beneficio.
Aunque el uso formal del tasbih es religioso, también puede tener funciones más laicas o seculares, como se ve en la forma en que muchos musulmanes lo utilizan para mantener las manos ocupadas mientras juegan. También lo utilizan para aliviar el estrés. Sin embargo, aunque a veces parece que el uso de la masbah se ha convertido en una mera costumbre, no ha perdido su significado religioso y todo el mundo es consciente de ello de una forma u otra.
También puede utilizarse como signo externo de religiosidad, para mostrar a los demás que se es un buen seguidor, o simplemente como símbolo musulmán. A menudo se puede ver colgado en las paredes de muchas casas y negocios o en el espejo retrovisor interior de muchos vehículos.
La visión de un grupo de musulmanes hablando con una masbah en la mano, cada uno girándola a su antojo, da una imagen a la que no estamos acostumbrados en el mundo occidental, y nos sitúa rápidamente en un entorno musulmán.
Algunos lectores se preguntarán por qué he escrito sobre la masbaha, y la razón es sencilla: cuando uno viaja por primera vez a un país musulmán, todo el mundo suele preguntarse qué es ese tipo de rosario con el que muchos hombres parecen entretenerse. Habrá quienes se queden desconcertados, otros que hayan oído o leído algo pero sin saber a ciencia cierta la realidad, y otros que preguntarán a personas del país que intentarán explicárselo, pero normalmente por problemas de idioma o deficiencias didácticas no podrán transmitir todo lo que el viajero quiere saber.