Por que las vacas comen sal
Durante la temporada de nieve, a menudo se esparce sal en los caminos para derretir el hielo. Sin embargo, esto también puede causar problemas a los conductores. La sal atrae a los animales que vienen a la carretera a lamerla, poniendo en peligro a los conductores.
La sal es un regalo para las vacas, los ciervos, las cabras o los caballos. Les encanta esta comida. Es uno de los minerales más importantes de su dieta, y cuando no tienen sal, la buscan en todas partes: lamiendo rocas o lamiendo su piel. De hecho, los agricultores suelen añadir sal a sus alimentos para estimular el apetito. La estimulación de los iones de cloro en sus cuerpos activa la demanda de alimentos en los sistemas digestivo y nervioso. Y el aumento de la ingesta de sal en las vacas, por ejemplo, aumenta su producción de leche.
Así que en estos días tenemos que ser cuidadosos en los caminos, no sólo por los parches de hielo, sino también por los animales que podemos encontrar. Sólo en Logroño hay una reserva de 20.000 kilos de sal para alimentar las máquinas y más de 2.000 kilos en otras partes de la ciudad.
En otros municipios, el riesgo de encontrar animales en la carretera ha llevado a algunas administraciones a sustituir la sal granulada por sal líquida, después de accidentes con animales que han probado la sal.
¿Por qué esparcimos sal en los caminos?
Para prevenir accidentes, la sal es una de las herramientas que usamos cuando se forman parches de hielo en la carretera en invierno. La razón es que la sal derrite el hielo porque baja el punto de congelación del agua. Como se describe en la ciencia espacial, el agua líquida y congelada tiene un equilibrio molecular, y lo que hace la sal es descomponerla y bajar su temperatura, lo que evita que el agua se congele a menor velocidad.
En realidad el hielo no se derrite, lo que se derrite es la disolución del agua y la sal. La sal por sí sola nunca bajaría el punto de congelación del agua, que seguiría estando por debajo de 0°C, pero la mezcla de sal y agua forma una solución en la que el punto de congelación ya no está en cero, sino en un nivel inferior.
