Por que el girasol sigue al sol

 
por que el girasol sigue al sol

Por que el girasol sigue al sol

Se cree que esta planta anuncia el final del verano, pero investigadores de la Universidad de California han descubierto que los girasoles tienen un reloj interno.
Un girasol de espaldas al sol.
Detalle de un girasol de espaldas al sol. Gabriel Masfurroll Lacambra 
¿Qué ocurre cuando un girasol da la espalda al sol? Gabriel Masfurroll Lacambra nos da la respuesta a través de una foto que eligió para publicar en Fotos de Lectores de La Vanguardia. "Cuando los girasoles dan la espalda al sol, el verano se acaba". - dice.

Se sabe que cada día, cuando sale el sol, los girasoles se mueven hacia él, siguiéndolo de este a oeste como si fueran las agujas de un reloj.

Por la noche, los girasoles se retiran en dirección contraria, esperando que salga el sol al día siguiente. Pero en realidad no todos los girasoles hacen este movimiento, ¿por qué?

Se ha comprobado que hay un punto en el que un girasol, tras alcanzar una determinada madurez, deja de realizar todos estos movimientos, deja de girar y mira hacia el este para siempre, hasta sus últimos días.

Hace cuatro años, un equipo de científicos de la Universidad de California descubrió la razón por la que los girasoles dejan de girar. La razón radica en lo que se conoce como "ritmos circadianos", algo así como el reloj interno de los girasoles.

Según los autores del estudio, publicado en la revista Science, "los girasoles inmaduros siguen el movimiento del sol, pero cuando estas plantas son maduras, se asientan y se dirigen al este".

Los biólogos estadounidenses descubrieron que una parte del tallo del girasol se estira durante el día y otra por la noche, por lo que realizaron este experimento: colocaron algunos girasoles en macetas para obligarlos a girar hacia el este por la tarde; a otros les fijaron el tallo para que no pudieran girar; y a otros les dieron ciclos diurnos de 30 horas, en lugar de las 24 horas habituales.

Los investigadores observaron que estos girasoles perdían hasta un 10% de su biomasa y el tamaño de sus hojas disminuía.

Gracias a este experimento, pudieron determinar que, aunque la luz es crucial, el ritmo circadiano es lo que realmente determina cuándo gira el girasol (y cuándo deja de hacerlo), anunciando así la salida del sol a su manera.

Este movimiento, conocido como heliotropismo, es importante porque permite a los girasoles aprovechar al máximo la luz solar, esencial para la fotosíntesis, al tiempo que estimula la producción de auxina ("hormona del crecimiento").

Un girasol con la espalda mirando al sol.
Un girasol con la espalda mirando al sol. Gabriel Masfurroll Lacambra / GML
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