Como ablandar cuero de zapatos
Para muchos, no hay nada mejor que comprar un par de zapatos nuevos. Sin embargo, este sueño se convierte en una pesadilla cuando te los pruebas por primera vez y tus pies empiezan a sentir los efectos.
No porque sean demasiado pequeños, sino porque la dureza del cuero puede provocar arañazos y lesiones en los pies, lo que resulta muy doloroso al caminar.
Para que esto no te ocurra, aquí tienes algunos trucos caseros para ablandar tus zapatos de piel y que no te duelan y puedas usarlos sin preocupaciones.
Secador de pelo
Ponte un par de calcetines gruesos y ponte los zapatos de cuero, luego pasa un secador de pelo por todo el zapato a alta temperatura. Deje el zapato en su lugar hasta que se haya enfriado completamente. Esto permitirá que el material se caliente y se ablande.
Hielo
Coge una bolsa con cierre y llénala de agua. Eliminar todo el aire a través del cierre. Coloca la bolsa en el zapato y métela en la nevera hasta que se congele. A continuación, sácala y deja que la bolsa se derrita de forma natural, esto estirará el cuero del interior sin dañarlo.
Hidratación
Extiende la crema hidratante por todo el zapato y no la limpies. La loción penetrará en el material y aumentará su elasticidad.
Alcohol
Coge una botella de spray y llénala con una mezcla de agua y alcohol. Rocía el líquido en el exterior y déjalo secar.
Consejos para ablandar los zapatos de cuero
Periódico
Forme una bola con el periódico y colóquela dentro del zapato, tratando de llegar a la punta. Colocar en el congelador durante unas horas. Este tipo de papel permite que el material se expanda y que el frío suavice la textura.
Especialistas
Otra forma de personalizar tus zapatos es acudir a un profesional que te diga qué opción es la mejor para ti. Es probable que recomienden el uso de diferentes hormas durante unos días para estirar el material.
Aceite
Aplique una capa de aceite en todo el zapato, déjelo secar para que se absorba completamente, no deben estar grasientos. Una vez secos, puedes aplicar otra capa si los quieres más suaves. El aceite de coco, el aceite de visón, el aceite de pata de buey o la grasa de silla de montar son excelentes para aplicar a las botas. Sin embargo, es mejor preguntar a un profesional cuál utilizar, ya que puede dañar el material.
Vaselina y alcohol isopropílico
Humedece un algodón con alcohol y empieza a pasarlo por toda la superficie del zapato. Déjalo secar. Una vez seco, aplica una fina capa de vaselina sobre el cuero y déjalo toda la noche. Al día siguiente, límpialo con un paño seco para eliminar toda la vaselina. Notarás que la textura es más suave, si no, puedes repetir el proceso.
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Este método es el más conocido y utilizado si no te atreves a utilizar ninguno de estos trucos caseros. Sólo tienes que ponerte un calcetín grueso y llevar los zapatos por la casa. Esto los hará más flexibles, pero hay que tener paciencia porque no se ablandarán en un día.